9 de Mayo, 2010
Y así llegó Murka...
Creen que es fácil vivir en la calle. "Los gatos se apañan solos" - dicen algunos. "Los gatos son muy listos" - dicen otros. No consiguen entender que la vida en la calle nunca es fácil y lo es todavía menos cuando a tu cargo están tres pequeños, escuálidos gatitos que necesitan comer y coger fuerzas... Lo difícil que se hace alimentar a los pequeños y alimentarte a ti misma sin ponerlos en peligro, teniendo que dejarlos solos mientras buscas un poco de pienso y agua y comiéndolo a toda prisa para volver con ellos cuanto antes...
Me maltrataron, un vecino me pegó cientas de patas mientras estaba embarazada, mientras cuidaba a mis pequeños, hasta mientras los amamantaba. Cada vez que pedía algo de comer, recibía una patada. Me rompieron la pata, me dislocaron la cadera... La pata se me soldó mal y ahora me duele al andar muchísimo.
Alguien me ha hecho un huequito resguardado en un rincón de la calle con unos palets, cartones y mantas, me echó comida y agua limpia. En dos días el vecino me descubrió y me lo quitó todo y nos tiró de allí, a mí y a mis pequeños sin piedad ninguna, de malas formas... Busqué sitios cercanos, estaba desesperada, no podía dejar a mis cachorros cerca de esta persona pero me tuve que quedar allí, recibiendo cada vez más maltrato.
Los que me defendieron fueron deninciados, insultados... Un día por fin vinieron unas chicas de la protectora, me dieron un nombre, me llevaron al veterinario, me atendieron, me dieron un hogar, la tranquilidad y la seguridad, aunque temporal. Uno de mis cachorros murió, otros dos fueron adoptados y tienen un buen hogar... Pero por mi nadie pregunta y necesito recuperarme después de la operación: de mis heridas, emocionalmente... Necesito recobrar la tranquilidad y buscar un hogar permanente.
más sobre Murka: elrincondelgatete.blogspot.com/
Me maltrataron, un vecino me pegó cientas de patas mientras estaba embarazada, mientras cuidaba a mis pequeños, hasta mientras los amamantaba. Cada vez que pedía algo de comer, recibía una patada. Me rompieron la pata, me dislocaron la cadera... La pata se me soldó mal y ahora me duele al andar muchísimo.
Alguien me ha hecho un huequito resguardado en un rincón de la calle con unos palets, cartones y mantas, me echó comida y agua limpia. En dos días el vecino me descubrió y me lo quitó todo y nos tiró de allí, a mí y a mis pequeños sin piedad ninguna, de malas formas... Busqué sitios cercanos, estaba desesperada, no podía dejar a mis cachorros cerca de esta persona pero me tuve que quedar allí, recibiendo cada vez más maltrato.
Los que me defendieron fueron deninciados, insultados... Un día por fin vinieron unas chicas de la protectora, me dieron un nombre, me llevaron al veterinario, me atendieron, me dieron un hogar, la tranquilidad y la seguridad, aunque temporal. Uno de mis cachorros murió, otros dos fueron adoptados y tienen un buen hogar... Pero por mi nadie pregunta y necesito recuperarme después de la operación: de mis heridas, emocionalmente... Necesito recobrar la tranquilidad y buscar un hogar permanente.
más sobre Murka: elrincondelgatete.blogspot.com/
14 de Junio, 2010
Murka operada, en casa de acogida.
Murka sufrió dos operaciones. La primera fue dura y larga. La gata tenía que aguantar un dolor impresionante, buscando alivio en la morfina. Su patita no recobraba circulación, lo que hizo que tuvimos que someterla a una segunda operación, ya de amputación, evitando así que su pata se necrose a falta de riego sanguíneo. Lo pudo soportar todo. Ahora tiene sólo tres patas, pero no por eso está menos feliz. Llegó a su casa de acogida sin rastro de tristeza, ni depresión.
Pero lo extraño no era eso, lo extraño era que después de todo lo que paso: el maltrato, la humillación, no guardaba ningún rencor al género humano. A veces, tenía miedo de ruidos fuertes y gestos bruscos, pero no bufa, ni araña, ni se tira a morder. Se esconde en un rincón y cierra los ojillos, preparada para que la peguen...
Pero lo extraño no era eso, lo extraño era que después de todo lo que paso: el maltrato, la humillación, no guardaba ningún rencor al género humano. A veces, tenía miedo de ruidos fuertes y gestos bruscos, pero no bufa, ni araña, ni se tira a morder. Se esconde en un rincón y cierra los ojillos, preparada para que la peguen...
29 de Junio, 2010
¡¡POR FIN EN UN HOGAR DEFINITIVO!!
"En la tranquilidad de una casa se vive mejor, sin duda. Y más todavía si de esta casa no hay que moverse más. Aunque bueno, las molestas visitas al veterinario siguen sucediendo con bastante regularidad: me quitaron los puntos, el lunes 5 de Julio me toca quitar las grapas. Luego, dentro de un tiempo, la castración... Pero me porto bien."
Murka tiene 7 hermanos gatunos en su nueva casa y dos amigos perros. No le molesta este hecho, más ambiente :) ¡Se le ve muy feliz!
